Los Bulls y su eterna búsqueda del próximo Michael Jordan

Los Chicago Bulls continúan con seis campeonatos que ostentaron al momento de que Michael Jordan dejó el equipo en 1998. En más de un cuarto de siglo, varios jugadores han tratado de continuar su legado, sin éxito.
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 Unos días después de que Michael Jordan haya anotado su última canasta como miembro de los Chicago Bulls, un tiro épico sobre Byron Russell y los Utah Jazz que aseguró el sexto título en ocho años para la franquicia, el legendario basquetbolista se encontraba de vuelta en Chicago. Era junio de 1998, y Jordan, junto con Scottie Pippen, Phil Jackson y Dennis Rodman, habían completado lo que sería conocido para la posteridad como “The Last Dance” – El Último Baile.

Fue un momento agridulce, ya que tanto los jugadores como el entrenador sabían que esta era el final del camino. Fueron casi un millón de aficionados, regados por todo el Grant Park, los que en ese momento simultáneamente celebraban y lamentaban el fin de una gran dinastía.

Pero en los meses subsecuentes, los miedos de aquel gran grupo se confirmaron. Poco a poco, salieron Jackson, Pippen, Rodman – y Jordan. Jerry Krause, el amado y odiado arquitecto de aquel equipo, había dicho contundentemente: “los jugadores y entrenadores no ganan campeonatos, las organizaciones ganan campeonatos”. A partir de 1999, Krause trataría de comprobar su edicto.

Más de 25 años después, podemos decir con confianza que aquel dicho ha quedado ampliamente desacreditado, al menos en el caso de los Bulls. La ciudad de Chicago no ha vuelto a reunirse en Grant Park, o en cualquier otro punto, para celebrar un campeonato de los Bulls tras El Último Baile, pese a contar con una variedad de estrellas en ese lapso, ninguno de los cuales ha podido devolver a la franquicia a su lugar entre los campeones.

Estos son los nombres y las historias de los herederos fallidos de Michael Jordan:

Eddy Curry & Tyson Chandler
Todavía con Krause al mando del equipo, Chicago tuvo la oportunidad de tomar dos jugadores en la primera ronda del Draft 2001, ya que Curry fue seleccionado con la cuarta selección, y Chandler, quien había sido el segundo global, elegido por los LA Clippers, fue intercambiado a Chicago por Elton Brand.

Los “Baby Bulls” de Krause buscaban dominar a los equipos de forma física, con dos jugadores de más de siete pies de altura ocupando el espacio debajo del aro. Pero Curry fue fuente de frustración para sus entrenadores, como Scott Skiles, quien fue cuestionado sobre que necesitaba Curry para tener más rebotes. Skiles contestó fríamente: “necesita brincar”. Con el dúo, Chicago jamás alcanzó el éxito que tuvieron los San Antonio con Tim Duncan y David Robinson. Curry fue intercambiado a los New York Knicks en 2005, mientras que Chandler fue enviado a los entonces New Orleans Hornets un año después.

Jay Williams
En 2002, Krause eligió a Jay Williams con la segunda selección global del Draft para servir de complemento a Curry y Chandler. Un base estrella con Duke, Williams había recibido el premio al mejor jugador de la NCAA apenas unas semanas antes de llegar a la NBA, y su número 22 fue retirado por la universidad tras una brillante carrera en la que fue campeón nacional en 2001.

El plan era sencillo: Williams sería quien manejaría la pelota en ofensiva, y encontraría a sus compañeros Curry y Chandler abajo del aro para canastas sencillas. Su performance fue lo suficientemente bueno para ser elegido al segundo equipo de los mejores novatos de la NBA tras su primera temporada con los Bulls – y el futuro prometía aún mejores cosas. Pero tras un accidente de motocicleta en 2003 que casi le quitó el uso de su pierna izquierda, su carrera terminó prematuramente. Krause renunció poco tiempo después.

Derrick Rose
Nacido en Chicago durante la era de Jordan con los Bulls, Derrick Rose llegó al equipo como la primera selección global del Draft en el 2008, luego de llevar a la Universidad de Memphis a su segunda final de NCAA Final Four en la historia. En la NBA, Rose deslumbró de inmediato, ganando el premio al Novato del Año en 2009 y luego el MVP en 2011, tras su tercera campaña. En aquella temporada, el equipo llegó a la Final de Conferencia Este ante los Miami Heat de LeBron James, Chris Bosh y Dwyane Wade.

Pero Rose jamás alcanzó el potencial que esas primeras temporadas prometían. En 2012, se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, y después de eso, participó en apenas 127 partidos a través de cuatro temporadas más antes de ser intercambiado a los New York Knicks en 2016. Con Rose en el plantel, los Bulls jamás volvieron a llegar a la Final de Conferencia después del 2011.

Jimmy Butler
Mientras Rose alcanzaba su apogeo con los Bulls en aquella temporada del 2010-11, un joven novato llamado Jimmy Butler buscaba su lugar dentro de la rotación. A diferencia de su compañero, Butler pasó cuatro años en el basquetbol colegial, luego de ni siquiera ser reclutado tras la preparatoria. En el 2015, tras tres temporadas en la liga, Butler recibió el premio al Jugador Más Mejorado de la NBA, lo que le otorgó la posibilidad de firmar un contrato de $95 millones y erigirse como la nueva estrella del equipo.

El incremento tan notorio de Butler, un jugador que hasta la fecha se define como un feroz elemento defensivo, así como un potente anotador, le dio a Chicago la confianza de dejar atrás a Rose y abrazar a “Jimmy Buckets” como el nuevo foco de la franquicia. Pero Chicago jamás avanzó más allá de la segunda ronda de los playoffs con Butler como el jugador principal. En 2017, los Bulls fueron vencidos por los Boston Celtics en la primera ronda, y el equipo nuevamente buscó otra dirección.

Zach LaVine
El 22 de junio de 2017, Butler fue intercambiado a los Minnesota Timberwolves, por Kris Dunn, Lauri Markkanen y LaVine, un talentoso escolta mejor conocido en ese momento por ser campeón de la competencia de clavadas de NBA en dos ocasiones. LaVine llegaba a Chicago siendo criticado por ser un elemento parecido a Rose: altamente talentoso, pero propenso a lesiones.

Pero la comparación a Rose resultó ser notoria por otros motivos, ya que la explosividad en su talento ofensivo le permitió dar un paso hacia adelante y tomar las riendas del equipo, junto a DeMar DeRozan, quien se convirtió su gran socio bajo el mando de Billy Donovan en la parte inicial de esta década. En 2022, LaVine recibió su primer llamado al Juego de las Estrellas de la NBA, y el equipo llegó a los playoffs por primera vez desde 2017 con Butler. Pero el equipo jamás logró competir fidedignamente con equipos como Miami, Boston y Milwaukee – por lo que nuevamente Chicago busca otro rumbo. LaVine fue enviado a Sacramento en febrero, dando fin a sus ocho años con el club.

Hoy los Bulls no tienen una gran estrella en su roster ni a un jugador que prometa para cambiar el rumbo de la franquicia. No tienen a nadie parecido a Michael Jordan.
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