Es común escuchar afirmaciones sobre cómo el tiempo vuela cuando nos divertimos, o cómo se arrastra durante los momentos de aburrimiento o estrés. Pero, ¿alguna vez has notado que el tiempo parece moverse más lentamente durante el ejercicio intenso? Según la ciencia, no estás solo. 

Investigaciones recientes han descubierto que la percepción del tiempo puede alterarse durante la actividad física intensa. Al parecer, esta distorsión en la percepción del tiempo puede estar relacionada con la forma en que nuestro cerebro procesa la información. Cuando hacemos ejercicio, nuestro cerebro se ve inundado con una gran cantidad de información sensorial. Esta sobrecarga de información puede hacer que nuestro cerebro procese la información más lentamente, lo que puede hacer que el tiempo parezca moverse más lentamente. 

Aunque los científicos todavía están explorando las complejidades de este fenómeno, la comprensión de cómo nuestra percepción del tiempo puede ser influenciada por nuestro estado físico y mental podría tener importantes implicaciones para nuestro bienestar general. Entender mejor nuestra percepción del tiempo podría ayudarnos a manejar mejor el estrés, a mejorar nuestra concentración y a aumentar nuestra productividad. 

Pero, ¿qué puedes hacer para aprovechar esta percepción alterada del tiempo durante el ejercicio? Los expertos sugieren que ser consciente de esta distorsión puede ayudarte a ajustar tus rutinas de ejercicio para maximizar los beneficios de tu entrenamiento. Puedes intentar variar la intensidad de tu ejercicio para ver cómo afecta a tu percepción del tiempo. Además, puedes usar esta percepción alterada del tiempo como una forma de medir tu esfuerzo durante el ejercicio. Por ejemplo, si sientes que el tiempo se está moviendo muy lentamente, puede ser una señal de que estás trabajando demasiado duro y necesitas disminuir la intensidad.