Se acerca el comienzo de las clases y muchas familias comienzan a recorrer librerías y supermercados en busca de precios de útiles. Algunos pocos pudieron adelantar las compras en enero para ganarle a la inflación. La mayoría hoy busca todo tipo de opciones ante los valores exorbitantes para armar la mochila: cartucheras, a partir de los 6000 pesos -hasta los 52 mil pesos-; repuestos de hojas desde 16 mil pesos; carpetas número 3, entre 6 mil y 12 mil pesos y cuadernos de 50 hojas por 10 mil pesos. Las mochilas pueden arrancar de los 20 mil pesos hasta superar los 100 mil pesos.

Sin desconocer el complejo contexto económico, los directivos y docentes ajustan los pedidos e idean estrategias para generar el menos impacto posible en el bolsillo de las familias.

«Este año, sondearemos la posibilidad de ver qué las familias puedan comprar un libro o armar un cuadernillo, dependiendo de las diferentes propuestas de los grados. Sabemos que comprar un libro de texto está complicado«, reconoció Valeria Ojeda, directora de la escuela primaria 315 de Bariloche.

Explicó que «nos vamos ingeniando en tiempos tan difíciles de menores recursos y buscamos diferentes maneras de trabajar con los contenidos que debemos enseñar». Puso como ejemplo que los chicos podrán seguir usando los cuadernos del año pasado que falten completar. También se recurre en gran medida al material de la biblioteca del colegio.

«Por otro lado -agregó-, hacemos una ‘cartuchera comunitaria’ por grados. De paso, fomentamos la colaboración y solidaridad entre ellos y el cuidado de los materiales comunes».

Alina, madre de una alumna de la escuela 44 de Bariloche, explicó que recién a fines de febrero les confirmarán la vacante: «Recién en ese momento, los docentes nos pasan el listado de útiles. En general, la escuela nunca hace hincapié en traer útiles nuevos. Todos los años las maestras te insisten en que se puede llevar lo del año pasado, si está en condiciones«. Comentó que libros no se piden, excepto «algunos cuadernillos para trabajar en algunas tareas».

Las promos de Chile
En la búsqueda desesperada de algún ahorro, muchas familias optan por viajar a Chile donde se ofrecen los cuadernos universitarios espiralados a 990 pesos; cuadernos de 80 hojas a mil pesos; cartucheras entre 3 mil y 10 mil pesos; set de 12 lápices desde 1.490 pesos y mochilas juveniles entre 10.500 y 38 mil pesos (marca Nike).

Las resmas de 500 hojas salen entre 3.560 y 5.590 pesos y los pantalones escolares (color gris y azul) cuestan entre 10.990 pesos y 25 mil pesos. También se pueden encontrar ofertas de zapatillas escolares entre 10.990 y 30 mil pesos.

«Está todo regalado; por eso, estaba lleno de argentinos«, advirtió Sabrina, madre de Luca, un estudiante de quinto año del secundario, que viajó a Osorno en los últimos días. La mujer mencionó que consiguió cuadernos espiralados por 2 mil pesos, paquetes de cuatro lapiceras a 2.500 pesos, carpetas de 6 a 8 mil pesos y agendas a 6 mil pesos.

«Conseguís mochilas por 15 mil pesos. Hay mucha variedad y cosas de calidad«, aseguró y agregó que «la frontera estaba explotada. Antes se podía ir y volver en el día, pero ahora hay tanta gente en la frontera que no llegás a pasar. Tenés solo tres horas para ir a comprar. Pero resulta barato hasta para quedarse en lo que es el hospedaje, comida, peaje y supermercado«.

El economista Rodrigo Ibáñez, de la Cámara de Comercio de Osorno, en Chile, se mostró sorprendido por la gran cantidad de argentinos que «cruzan la frontera para comprar cuadernos, lapiceras, estuches escolares». «Pero claro, nos indican que hay diferencias del 700% en útiles escolares, es decir, siete veces menos. Un cuaderno aquí, por ejemplo, cuesta un dólar. Cuando una familia tiene dos o tres chicos que van al colegio y necesitan varias cosas, la diferencia se nota y vale la pena venir», comentó