El frustrado regreso, desde lo deportivo, de Novak Djokovic (7°), que no competía desde el Abierto de Australia y este martes se despidió en primera ronda del ATP 500 de Doha al caer frente a Matteo Berrettini (35°), no fue lo único que se llevó de su viaje a Medio Oriente.

Fue parte de la despedida de Fernando Verdasco del tenis profesional (en dobles) y se marchó con un andar que prende las alarmas del "mundo tenis".

Curiosamente terminada su actividad en el torneo de categoría 500 declaró: “No tuve ningún dolor o molestia, simplemente fui superado por un mejor jugador hoy. No estuve en mi nivel deseado. Puede que sea porque aún no me estoy moviendo de la forma en que quisiera, pero jugué sin dolor. No hay excusa sobre eso".

Pero, en las últimas horas, el serbio encaró el aeropuerto de la capital qatarí con visibles muestras de renquera. Un video lo muestra sin la movilidad fluída de un deportista de alto rendimiento.

Supuestamente su regreso a la acción es en el Masters 1000 de Indian Wells pero eso es cuestión de tiempo, evolución mediante.

“Hay más lesiones. Las cosas no son igual que hace 10 o 15 años. Todavía trato de cuidar mi cuerpo diariamente, aunque indudablemente sea más desafiante ahora. Aún intento dar mi máximo dadas las circunstancias", se expresó en la última conferencia de prensa.

Queda claro. El tiempo pasa para todos los "achaques" se dejan ver. Solo el be cuánto dolor le causa y de qué manera los puede disimular.